Hace un año, pintando en medio de la trinchera,
entre remolinos ideológicos y lacrimogenos.
Hace un año, volvi a vivir aquello que habia olvidado,
Fumarse un peche, ver la plazoleta de las nieves desde la terraza,
esas cosas cotidianas que me hicieron amar e irme.
Estar ahi, sabiendo que la marca en el muro es un amuleto mudo,
la pintura
traza grietas donde
su guerra se diluye, cae y
pierde sentido,
como todas las cosas nombradas
de este mundo.